Cuando Armando Martínez, Fundador de Proyecto Guajira, comenzó con este proyecto siempre tuvo en su cabeza luchar por la niñez de la región. Las primeras visitas a las diferentes rancherías de la Guajira evidenciaban muchas de las necesidades que se debían atacar, pero en este momento hacían faltas manos, recursos y algo de suerte.

Unos años después, a finales de 2018 y con una fundación más consolidada, Armando lanzó la propuesta de construir el primer colegio en la región. Esto como consecuencia de ver la educación como uno de los principales motores para el cambio social. Un proyecto arriesgado pero que desde el día 1 estuvo bien estructurado.

En un inicio la idea cayó con sorpresa porque todos los miembros de la fundación veían esa idea como el reto más grande de la fundación. Al no contar con los recursos necesarios, el miedo y la incertidumbre estaban presentes en todo momento. Sin embargo, las ganas, el trabajo y el destino tenían preparado lo mejor para este proyecto.

En ese momento fueron muchas las ideas que cayeron sobre la mesa para levantar el presupuesto que suponía la elaboración de un proyecto de esa magnitud. Comidas, fiestas, eventos con chefs reconocidos y mucho más.

A mediados del primer semestre de 2019, tuvimos la oportunidad de tener contacto con el humorista bogotano Alejandro Riaño. Desde las primeras reuniones con él y su equipo de trabajo Riaño quedó enamorado de nuestro proyecto y ofreció su apoyo para recolectar fondos con el fin de poder construir el colegio.  

Unos meses después llegó la mejor noticia a la fundación. Alejandro Riaño, su equipo de trabajo y Proyecto Guajira unieron fuerzas para planear un evento jamás visto en el país. Un show humorístico de más de 6 horas en donde el dinero recogido en la boletería iría para cumplir nuestro sueño y el de otra fundación. Así fue como llegó ¡A reír con Causa!

Más de 10 mil personas se reunieron en el Movistar Arena el 8 de septiembre de 2019 para ser testigos de un show lleno de humor, pero sobretodo de solidaridad, generosidad y amor por los nuestros. Los resultados fueron los mejores y así se pudo obtener el dinero para la construcción del primer colegio.

El proyecto consiste en la construcción modular de un colegio que cuenta con un comedor escolar y un centro de emprendimiento para los adultos Wayúu. Allí podrán desarrollar sus artesanías con el compromiso de la fundación de comercializar a un precio justo el trabajo de sus manos. Todos los materiales de construcción serán típicos de la región, para darle un sentido de pertenencia muy potente a los habitantes del sector y así poder apostarle a la educación como un factor de cambio social.

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